PARQUE FLUVIAL ORGÁNICO DE ANDÚJAR-RÍO GUADALQUIVIR: BESANDO, ABRAZANDO EL GUADALQUIVIR
A lo largo de las épocas, el río Guadalquivir ha sido testigo del paso de diversas civilizaciones, entre las cuales se destacan fenicios, íberos, romanos, bárbaros, vikingos, musulmanes y cristianos, dejando tras de sí una inestimable fuente de historia y riqueza. En la localidad de Andújar, sobre el río Guadalquivir, se erige el Puente Romano, una estructura de notable relevancia histórica. Este puente desempeñó un papel crucial al constituir el único acceso a la Corte durante el reinado de Felipe III. Asimismo, destaca otro puente de gran relevancia que atraviesa el río Jándula, el cual era la única vía de comunicación entre la ciudad de Andújar y el Santuario Virgen de la Cabeza. Este santuario acoge a la patrona de Andújar, consolidándose como un sitio emblemático en la región.
Los ríos son indispensables para la vida, las ciudades se originaban en sus entornos y durante la Edad Antigua y Media eran utilizados como defensas naturales de las mismas. Estos dotaban a la ciudad de suministros como el agua para el abastecimiento de las personas, la obtención de alimento mediante la pesca y servían para poner en riego los cultivos de la ribera. Por otro lado, también se obtenía energía de ellos a través de los molinos. En Andújar, destaca el Molino de las Aceñas, notable por su singularidad al pertenecer a un grupo de vecinos de clase humilde en lugar de a la clase alta, convirtiéndolo así en un hito arquitectónico. Se trata de un Molino de rodezno horizontal, los cuales se usaban para la fabricación de harina, moler los diversos productos tintóreos o para triturar lajas o piedras de sal y, tras la llegada de los musulmanes y sus nuevos productos agrícolas, para el blanqueamiento de los granos de arroz. Finalmente, mencionar el uso del río como medio de transporte comercial al ser un corredor natural que conectaba varios territorios, un espacio de ocio, elemento inspirador de fábulas y leyendas, etc., Se puede concluir, por lo tanto, que los ríos constituyen un elemento geográfico esencial para entender la historia de los pueblos.
Copyright: Manuel José Gómez – La Artista
Durante siglos, los ríos han representado una fuente continua de empleo y riqueza. En tiempos recientes, el empleo verde ha ido tomando mayor importancia, demostrando la posibilidad de aprovechar los recursos medioambientales de manera sostenible, logrando un equilibrio entre la naturaleza y la economía. Entre las ocupaciones, abarcando desde las más arraigadas en la tradición hasta algunas más contemporáneas, se incluyen:
La alfarería es una forma de expresión artística y utilitaria que ha evolucionado a lo largo de la historia, desde civilizaciones antiguas hasta convertirse en una profesión contemporánea. Los alfareros, mediante técnicas tradicionales y modernas, crean piezas decorativas y funcionales, desde vajillas y utensilios hasta obras de arte. Esta práctica es dependiente de terrenos húmedos y pantanosos, como lo son las inmediaciones de los ríos, debido a la acumulación de sedimentos a lo largo del tiempo. La alfarería no es un simple empleo; más bien, crea una conexión profunda con la tierra y la tradición, contribuyendo a preservar la rica herencia cultural.
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La proximidad del río facilita el suministro de agua y enriquece el suelo con sedimentos arrastrados por la corriente, incrementando su fertilidad. No obstante, debemos de alcanzar un equilibrio mediante la implementación de prácticas agrícolas ecológicas. El desarrollo sostenible del sector agrario se erige como un potencial yacimiento de empleo a nivel local. La agricultura se orienta hacia técnicas que abarcan tratamientos fitosanitarios naturales y orgánicos, una gestión más eficiente del riego, rotación de cultivos, cultivo de especies locales y la prevención de la erosión del suelo. La ganadería, por su parte, se dirige hacia una producción de calidad y una reducción en la densidad animal, contribuyendo así al control de las poblaciones de especies vegetales y al enriquecimiento del suelo mediante sus excreciones. Además de generar empleo directo para los trabajadores agrarios, este enfoque también propicia oportunidades laborales conexas, tales como técnicos agrónomos, personal de inspección, control y vigilancia, investigadores agroecólogos, especialistas en ventas de productos ecológicos, así como técnicos en marketing y comunicación.
La pesca sostenible distinguida por la utilización de métodos que minimizan los impactos ambientales, la priorización del cuidado del entorno sobre la productividad, por prácticas selectivas que permiten descartar peces jóvenes que aún no han alcanzado la madurez reproductiva o bien especies protegidas, y por la reducción de la generación de residuos. Esta actividad al aire libre, apreciada tanto a nivel profesional como deportivo, genera diversas oportunidades laborales, incluyendo roles como pescadores, técnicos especializados, personal de inspección y control, investigadores, así como profesionales en el ámbito de las ventas.
Un sector fundamental para la economía, el turismo en entornos naturales brinda actividades que contribuyen al bienestar físico y mental. Los deportes acuáticos y el turismo ecológico han emergido como la elección preferida para el ocio al aire libre, especialmente durante las estaciones de primavera y verano. Este nicho de mercado experimenta un constante crecimiento debido a su atractivo y dinamismo, sirviendo como catalizador para la generación de nuevos empleos vinculados al turismo activo. Entre ellos se incluyen las empresas de multiaventura y los guías de naturaleza, que indirectamente impactan en sectores como la hostelería, el alojamiento, la artesanía, la apicultura y el consumo local.
Andújar está situada sobre el valle del río Guadalquivir, río que divide al municipio en dos áreas diferenciadas: la vega y la sierra. El trazado que describe el río Guadalquivir en Andújar es típicamente meandriforme, siendo los meandros las curvas descritas por el curso de un río, cuya sinuosidad es pronunciada con lóbulos sucesivos, y que divagan en una llanura de inundación. Estas últimas son terrenos sujetos a inundaciones recurrentes con mayor frecuencia, ubicados en zonas adyacentes a los cursos de agua y cumplen labores de retención o alivio de los flujos de agua y de la carga sólida transportada durante las crecidas, de resguardo contra la erosión, así como de fertilización de los suelos de vega y recarga de acuíferos.
El término municipal de Andújar recoge en su amplio territorio al Parque Natural de la Sierra de Andújar, el cual se encuentra enmarcado dentro de la Red Natura. En este Parque encontramos varios cursos de agua que dan lugar a una red hidrológica de importancia: Jándula, Yeguas, Valmayor, Valtravieso, Sardinillas y La Cabrera, y a sus embalses, el Jándula y el Encinarejo, todos ellos pertenecientes a la cuenca hidrográfica del Guadalquivir, con caudales oscilantes debido al intenso periodo de estiaje. La formación geológica de este Parque es de carácter impermeable (granitos, pizarras y cuarcitas) y hace que el agua de lluvia canalizada por cauces y escorrentías fluya superficialmente y permita esta amplia red fluvial, pero condiciona de forma importante su potencial como acuíferos y provoca que en primavera y otoño tiendan a desbordarse.
Desde una perspectiva florística, recorriendo los márgenes de los cursos fluviales de la ribera, nos encontramos con especies como el álamo blanco, la adelfa, la esparraguera blanca, la zarzaparrilla, el olivo y el jazmín silvestre. Estas especies son características de la etapa clímax de este ecosistema. Sin embargo, dominando la mayor parte de los márgenes de la ribera encontramos los tarays, especies que aparecen en una etapa más temprana de formación del ecosistema, y por lo tanto, indicadoras de degradación. Junto a los tarayales aparecen comunidades de zarzal y cañaverales, así como juncales propiciados por la presión ganadera. A su vez, también podemos observar la presencia de eucaliptos, resultado de repoblaciones pasadas.
En un estudio a través de la Universidad de Jaén se ha analizado el estado de conservación de la ribera, concluyendo que se encuentra en un estado bajo de conservación al presentar un índice de distancia potencial de 0,4, siendo el 1 la puntuación máxima. La vegetación de ribera contribuye a disminuir los efectos negativos de las avenidas ya que: -Incrementa la estabilidad de las orillas y como consecuencia frena los procesos de erosión. -Provoca que se disipe la energía por la rugosidad del suelo frente a un cauce dragado, lo que provoca que se aminoren las avenidas. Cuanto más fragmentado esté el bosque de ribera y menor sea su anchura, más mermadas estarán las funciones que desempeña, tanto de frenada de las avenidas como de sumidero de CO2 favoreciendo la lucha contra el cambio climático.
En cuanto a la fauna, destacan reptiles como el galápago leproso y la culebra de agua. Entre las aves, constituyendo el grupo más numeroso y estrechamente vinculadas a las masas de agua, se encuentran el ánade real, garza real, martinete común, garcilla bueyera, garceta común, correlimos, andarríos chico, autillo europeo, aguilucho lagunero, busardo ratonero y martín pescador. También se pueden avistar especies como la abubilla, abejaruco europeo, pico picapinos, oropéndola europea, rabilargo, carbonero, herrerillo, ruiseñor bastardo y lavandera blanca. En cuanto a los mamíferos, que suelen ser más difíciles de avistar debido a sus hábitos nocturnos, se incluyen el conejo, la gineta, el zorro, el tejón, la nutria y el jabalí.
” Los ríos en buen estado de conservación pueden ser unos buenos aliados ya que contribuyen a mejorar la calidad de vida ofreciendo un sinfín de recursos. “
El Parque Fluvial Orgánico de Andújar-Río Guadalquivir: besando, abrazando el Guadalquivir cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) en el marco del Plan de Recuperación , transformación y Resilencia (PRTR), financiado por la Unión Europea – NextGenerationEU